Bixby, HonorDonoso Moscoso, Silvana PatriciaOchoa Avilés, Angélica MaríaEzzati, Majid2020-05-282020-05-28201900280836https://www.nature.com/articles/s41586-019-1171-xEl índice de masa corporal (IMC) ha aumentado constantemente en la mayoría de los países en paralelo con un aumento en la proporción de la población que vive en las ciudades 1,2 . Esto ha llevado a una visión ampliamente informada de que la urbanización es uno de los impulsores más importantes del aumento global de la obesidad 3-6. Aquí utilizamos 2.009 estudios basados en la población, con mediciones de altura y peso en más de 112 millones de adultos, para informar tendencias nacionales, regionales y globales en el IMC medio segregado por lugar de residencia (un área rural o urbana) de 1985 a 2017. Mostramos que, contrariamente al paradigma dominante, más del 55% del aumento global en el IMC medio de 1985 a 2017, y más del 80% en algunas regiones de ingresos bajos y medianos, se debió a aumentos en el IMC en las zonas rurales. . Esta gran contribución se debe al hecho de que, con la excepción de las mujeres en África subsahariana, el IMC está aumentando al mismo ritmo o más rápido en las zonas rurales que en las ciudades de las regiones de ingresos bajos y medianos. Estas tendencias a su vez han dado como resultado un cierre, y en algunos países una reversión, de la brecha en el IMC entre las zonas urbanas y rurales en los países de ingresos bajos y medianos, Especialmente para mujeres. En países industrializados y de altos ingresos, notamos un IMC rural persistentemente más alto, especialmente para las mujeres. Existe una necesidad urgente de un enfoque integrado de la nutrición rural que mejore el acceso financiero y físico a alimentos saludables, para evitar reemplazar la desventaja de la desnutrición rural en los países pobres con una desventaja de desnutrición más general que implica un consumo excesivo de calorías de baja calidad.Body-mass index (BMI) has increased steadily in most countries in parallel with a rise in the proportion of the population who live in cities1,2. This has led to a widely reported view that urbanization is one of the most important drivers of the global rise in obesity3–6. Here we use 2,009 population-based studies, with measurements of height and weight in more than 112 million adults, to report national, regional and global trends in mean BMI segregated by place of residence (a rural or urban area) from 1985 to 2017. We show that, contrary to the dominant paradigm, more than 55% of the global rise in mean BMI from 1985 to 2017—and more than 80% in some low- and middle-income regions—was due to increases in BMI in rural areas. This large contribution stems from the fact that, with the exception of women in sub-Saharan Africa, BMI is increasing at the same rate or faster in rural areas than in cities in low- and middle-income regions. These trends have in turn resulted in a closing—and in some countries reversal—of the gap in BMI between urban and rural areas in low- and middle-income countries, especially for women. In high-income and industrialized countries, we noted a persistently higher rural BMI, especially for women. There is an urgent need for an integrated approach to rural nutrition that enhances financial and physical access to healthy foods, to avoid replacing the rural undernutrition disadvantage in poor countries with a more general malnutrition disadvantage that entails excessive consumption of low-quality calories.es-ESObesidadSobrepesoDoble cargaRising rural body-mass index is the main driver of the global obesity epidemic in adultsARTÍCULO10.1038/s41586-019-1171-x