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Please use this identifier to cite or link to this item: http://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/26819
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DC FieldValueLanguage
dc.contributor.authorUniversidad de Cuenca-
dc.contributor.authorFacultad de Ingeniería-
dc.date.accessioned2017-02-15T14:56:45Z-
dc.date.available2017-02-15T14:56:45Z-
dc.date.issued2014-12-
dc.identifier.urihttp://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/26819-
dc.descriptionObviamente, el lenguaje metafórico de esta historia bíblica no puede ser entendido de manera literal; sin embargo, es evidente el mensaje que se transmite: ningún proyecto puede culminar exitosamente si no existe entre los participantes un nivel adecuado de comunicación. Es una creencia arraigada que los ingenieros somos malos para comunicar nuestras ideas, tanto en forma oral como por escrito. Se dice que nuestra formación profesional enfatiza en el manejo de los números y las ecuaciones y, por su intensidad, asfixia otros talentos como el que se refiere al buen uso del lenguaje. Algo de esto es cierto pues, si tomamos en cuenta los contenidos y los objetivos de las asignaturas que se enseñan en las carreras de ingeniería, muy pocas de ellas apuntan a cultivar las habilidades de comunicación de los estudiantes. Aún entre los docentes, hasta hace poco tiempo no existía una cultura generalizada de hacer buen uso del idioma para la comunicación. En la vida profesional muy frecuentemente se deben redactar informes o propuestas, se deben hacer presentaciones en público, se tiene que participaren reuniones de trabajo en las que hay que defender criterios técnicos o mantener puntos de vista para una negociación o se tiene que trabajar en equipos multidisciplinarios con el fin de ejecutar proyectos de gran complejidad. En este entorno, disponer de destrezas adecuadas de comunicación viene a ser una necesidad imperiosa y, al hablar de este tema, no podemos en la época actual referirnos solamente al idioma español sino también, de manera obligatoria, a la lengua inglesa que se ha convertido, de facto, en un lenguaje universal, especialmente en las áreas técnicas. De allí que quienes trabajamos en el mundo académico debemos preocuparnos de cultivar estas habilidades, sea cual sea la carrera en la que nos desenvolvamos y, particularmente, en las áreas de la ingeniería y dado que la práctica es la mejor forma de adquirir tales destrezas, estamos obligados a generar los espacios en los que nuestros alumnos, bajo la guía de sus profesores, practiquen la escritura, diserten en público y ganen seguridad en el uso del idioma. En lo que concierne a los profesores, se debe fomentar la práctica de la escritura y la expresión oral y crear los instrumentos de difusión adecuados. Es por eso que, como un esfuerzo de las autoridades de la Facultad de Ingeniería para fomentar la práctica de la escritura y la publicación de trabajos técnicos, temas sociales, etc., se creó "Galileo", la revista de difusión de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cuenca. El nombre "Galileo" empezó a usarse en el año 2001, en el Decanato del Ing. Hernando Merchán; sin embargo, antes de ello, existió un período de formación en el que se empezaron a hacer publicaciones (en forma bastante precaria, pues las condiciones técnicas y económicas disponibles eran muy reducidas) en. las que los estudiantes y los profesores de la Facultad pudieran publicar sus escritos, sus ideas, sus poemas, etc. (De todo ha habido en más de 15 años transcurridos desde aquellas primeras épocas). Indisolublemente unida a la historia de estas publicaciones está la docente Rosita Avila que llegó a la Facultad a fines de la década de los 90 y con quien en esa época dialogamos sobre la importancia de crear un órgano de difusión. Yo por esa época desempeñaba las funciones de Director de la Escuela de Informática y, a partir de aquellos diálogos con Rosita, salieron las primeras ediciones de aquella publicación sin nombre que unos años después adoptó el nombre de "Galileo". Ahora que ha pasado el tiempo, podríamos preguntarnos: ¿Ha sido "Galileo" una solución para superar aquella atávica deficiencia de habilidades de comunicación en nuestra Facultad? ¿Es razonable continuar con su publicación? ¿Cuál debe ser su futuro? Respondiendo a estas interrogantes, debemos decir que nunca se había pensado que la simple publicación de la revista pueda corregir de manera radical los problemas de comunicación. Sin embargo, es necesario continuar y robustecer esta iniciativa pero, adicionalmente, generar otros espacios con este mismo propósito para avanzar hacia el objetivo soñado de que los graduados de nuestra Facultad posean las destrezas indispensables en materia de comunicación. Desde luego, "Galileo" ha tenido muchos méritos pero también un desarrollo menor al que se podría haber llegado. ¿Falta de recursos? ¿Falta de percepción sobre la importancia de los temas de comunicación? ¿Falta de una masa crítica de personas que puedan dar el impulso necesario? No importa la causa; el hecho es que las condiciones adversas van cambiando y que, poco a poco, "Galileo" y otros medios de comunicación van encaminándose hacia un fortalecimiento cada vez mayor Recordando el pasaje bíblico mencionado al inicio de este artículo, debemos reconocer la necesidad de trabajar de manera intensa para conseguir un manejo fluido de las técnicas de comunicación por parte de nuestros estudiantes y profesores para evitar que los proyectos en los que trabajen se conviertan en modernas Torres de Babel. Hace 17 años escribí un artículo parecido a éste, inspirado en este fragmento de la Biblia, que apareció como editorial en el primer ejemplar de aquella publicación sin nombre que fue la precursora de lo que hoy es la revista "Galileo". Ya no recuerdo lo que escribí en esa ocasión y, lamentablemente, parece que no se han conservado ejemplares de esa edición pero supongo que los conceptos serían más o menos los mismos. Fue un honor para mí participar en aquella etapa inicial de la que pocos guardamos recuerdos; también es un honor para mí que, en los últimos días de mi carrera académica pues me jubilaré en muy pocos días, se me dé la oportunidad de escribir estas líneas que espero que sirvan para incentivar el trabajo en esta materia indispensable para los ingenieros: la comunicación. En la presente edición se incluyen varios artículos, algunos de los cuales tienen como autores a profesores de la Facultad pero, la mayoría han sido elaborados por estudiantes.es_ES
dc.formatapplication/pdfes_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherUniversidad de Cuencaes_ES
dc.relation.ispartofseries620.05;-
dc.subjectHistoria De La Facultad De Ingenieriaes_ES
dc.subjectFacultad De Ingenieriaes_ES
dc.subjectRedes Electricas Inteligenteses_ES
dc.subjectAforador Trapezoidal Estandares_ES
dc.subjectGeoestadisticaes_ES
dc.subjectContaminacion Atmosfericaes_ES
dc.subjectHumedales Artificialeses_ES
dc.titleGalileoes_ES
dc.typeMagazinees_ES
dc.ucuenca.paginacion107 páginases_ES
dc.description.cityCuencaes_ES
dc.description.numberSequencenúmero 24es_ES
Appears in Collections:No. 24 (diciembre 2014)

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